Equipo nuevo o reacondicionado, ¿cuál elegir?

Descubre los beneficios de cada una de estas opciones para una adquisición más informada

En la búsqueda de equipo médico existen diferentes factores para determinar qué es lo que más conviene respecto a las necesidades existentes en una clínica o consultorio. Muchas ocasiones, las opciones que hay son variadas, y tan distintas entre sí, que es complicado reconocer la mejor.

Entre esas opciones, en particular, destaca elegir entre si lo que más funciona sería un equipo nuevo o uno reacondicionado ya que cada uno tiene sus propios beneficios, tanto para la labor que se desempeñará con ese equipo, así como el ahorro que puede significar una opción por sobre la otra.

Es para despejar esas dudas que hoy presentamos beneficios y diferencias entre conseguir un equipo médico nuevo o uno reacondicionado.

¿Usado o reacondicionado?

Antes de comenzar, debemos diferenciar algunos conceptos. Sobre todo, saber que un equipo usado no es igual a uno reacondicionado, pero, cual sea el caso, se debe entender que “aunque las cosas usadas o reacondicionadas siempre se consideran inferiores, su compra puede ser una manera excelente de obtener un equipo fiable y productivo a un precio mucho menor”, dicho esto, la distinción es que “la palabra usado generalmente se refiere al aparato que se vende con arreglos escasos o nulos, con excepción de pintura o reemplazo de piezas cuyo deterioro es evidente. Por el contrario, reacondicionado significa que el equipo ha sido desarmado, examinado y vuelto a armar cuidando que todos los componentes cumplan las especificaciones originales del fabricante” (1).

Diferencias entre un equipo nuevo y reacondicionado

Una vez definido lo que es un equipo reacondicionado, pasemos a distinguirlo de uno nuevo, así como los beneficios que tienen.

COSTO: En comparación, un equipo nuevo tiene un costo más elevado que uno reacondicionado. De esta manera, si lo que se busca es ahorrar respecto a la calidad u otra característica, un equipo reacondicionado es la mejor opción. 

CALIDAD: En efecto, la calidad de un equipo nuevo es mucho más alta que la de uno reacondicionado (de ahí la diferencia en el precio), no obstante, esto no significa que la calidad de un equipo reacondicionado sea realmente baja, pues, en primer lugar, depende del proveedor, así como el acompañamiento de una garantía que te da una idea de la calidad con la que cuenta el equipo. 

FUNCIONAMIENTO: Una vez más, el equipo nuevo tiene un funcionamiento mejor, mientras que el de un equipo reacondicionado es un poco inferior. Pero, al igual que en el caso de la calidad, esto no significa que el funcionamiento sea bajo o poco convincente, sólo que al tratarse de un equipo que ha sido intervenido por un tercero, las piezas y demás no tienen la calidad del equipo nuevo.

Otras características

Sin importar si se trata de un equipo nuevo o reacondicionado, algo que se debe tomar en cuenta es la información sobre estos. Por ejemplo, en un equipo nuevo es bueno saber si se trata de un equipo que vaya a existir a largo plazo, ya que “a veces, los fabricantes introducen nuevos aparatos construidos con diseño y técnicas más modernos, pero al cabo de uno o dos años cesan la producción porque no es rentable” (1), lo cual deja a dicho equipo sin, en caso de requerirlo, refacciones o piezas para su respectivo arreglo. Este caso es el mismo cuando se trata de uno reacondicionado, ya que cuando lo venden, ofrecen equipos que ya no son fabricados, y por lo cual “no es aconsejable comprar equipo de esta clase porque si se fabricó durante uno o dos años no habrá gran experiencia en el servicio de mantenimiento ni grandes existencias de piezas de repuesto. Ambos factores causarán problemas a los compradores con respaldo técnico limitado”. Finalmente, se trata siempre de conocer lo más posible el mercado, y ver a largo plazo el uso de una herramienta.